
Cambiando un poco de tema, el otro día mirando el blog de un chica ví una entrada sobre el día en que salió del armario y me hizo recordar cuando salí yo... con mis amigos/as porque a mis padres nunca he necesitado decírselo. Estabamos en un parque y pasó la hermana de una ex amiga de la que estuve enamorada durante mucho tiempo. Al volver a verla algo pasó en mi estómago, se llenó de mariposas, las manos empezaron a sudarme y el corazón se me desbocó... estaba increíblemente guapa y sus andares, gráciles como una bailarina, me hipnotizaron hasta el punto de olvidar donde me encontraba. Mis amigos se dieron cuenta de que me pasaba algo pero nu adivinaban el qué. Me zarandearon de los hombros y no hacían mas que decirme: "May, May!! Estás bien?" A esto yo lo único que era capaz de balbucear era "Ella... ella.. es... es... ¡ELLA!" Después de conseguir controlar mi corazón y obligar a las mariposas a irse a otra parte tuve que explicar a todos lo que había sucedido. Realmente no se asustaron y lo aceptaron de buena gana. Ellos ya lo sospechaban. ¡Qué tiempos aquellos!
Siempre que estoy mala y me tengo que quedar en casa me pongo nostálgica y me da por recordar viejos tiempos, pero no debería porque hay cosas que duelen, duelen demasiado.
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